En una escena digna de telenovela, el aeropuerto internacional fue testigo de un emotivo reencuentro. Paulina, tras un largo tiempo en el extranjero, regresó a su país sin imaginar la sorpresa que la aguardaba: Carlos Daniel y sus hijos estaban allí para recibirla.
A las 10:15 de la mañana aterrizó el vuelo de Madrid. Paulina, elegante y serena, caminaba por la terminal con nervios y emoción. Sus sacrificios y decisiones difíciles se reflejaban en su mirada. Cerca de la salida, Carlos Daniel esperaba impaciente junto a Carlitos y Lisette, quienes sostenían un cartel: “Bienvenida a casa, Paulina”.
Al verla, corrieron a abrazarla entre lágrimas y sonrisas. Carlos Daniel se acercó conmovido; bastó un cruce de miradas para confirmar que el amor seguía intacto. El reencuentro marcó no solo su regreso, sino el renacer de la familia.