Emma Samms, con 65 años, sigue siendo un ícono de belleza, encanto y carisma eterno. Aunque hoy se la recuerda con cariño por su contribución al cine y la televisión, su camino hacia la fama fue inesperado: de niña soñaba con ser bailarina, pero una lesión la llevó a dedicarse a la actuación.
Rápidamente destacó en Hollywood gracias a sus expresivos ojos, carisma y elegancia. Su gran salto llegó con «Hospital General», interpretando a Holly Sutton, papel que la consolidó como estrella. Posteriormente brilló en «Dinastía», donde aportó su entusiasmo y personalidad única, transformando la manera de ver a los personajes en los dramas de máxima audiencia.
En «Colby» asumió el papel principal, mostrando profundidad y vulnerabilidad, alejándose de clichés. Sus personajes multifacéticos y vivos la convirtieron en un referente de los años 80 y un símbolo perdurable de gracia y talento en televisión.