A menudo, las personas que no encajan en lo que la sociedad considera “normal” son juzgadas y ridiculizadas, mostrando el lado más triste de la humanidad.
En 2012, Jennifer Knapp Wilkinson se convirtió en objeto de burlas después de que una foto suya cayendo de una silla de ruedas en una tienda se hiciera viral. Ella no tenía sobrepeso por elección; sufría de fuertes dolores en la columna, movilidad reducida y depresión, lo que contribuyó a su condición. Ese día intentó alcanzar un cartón de jugo para su esposo, perdió el equilibrio y cayó. En lugar de ayudarla, alguien tomó una foto y la compartió en internet.
La imagen se difundió rápidamente, recibiendo comentarios crueles sobre su peso en lugar de compasión por su situación. La humillación la marcó profundamente, pero también la motivó a buscar cambios en su vida.
Hoy, Jennifer aprovecha sus “15 minutos de fama” para concienciar de que la obesidad es una enfermedad. No pide lástima, sino compasión, respeto y comprensión, recordando que merece ser tratada como un ser humano.