Durante la coronación del rey Carlos III y la reina Camila en la Abadía de Westminster, un breve pero emotivo momento logró robarse parte de la atención del histórico evento. La princesa Carlota, de apenas nueve años, mostró una sorprendente elegancia y compostura entre los miembros más veteranos de la realeza, pero fue su espontáneo abrazo a su tía abuela, la princesa Ana, lo que conmovió al mundo. Las cámaras incluso captaron una leve reacción de la reina Camila, lo que desató especulaciones sobre la escena.
El gesto generó admiración en redes sociales, donde muchos elogiaron el fuerte vínculo entre Carlota y Ana. Observadores reales señalaron que el papel de mentora de Ana ya está moldeando a la joven princesa con confianza y presencia. Fuentes cercanas confirmaron que esta relación es intencional: la princesa Ana, reconocida por su disciplina y dedicación, ha tomado a Carlota bajo su guía. Sus encuentros abarcan desde equitación y protocolo hasta lecciones de diplomacia, preparándola para un futuro de responsabilidades reales.