Unos extraños “serpientes enfadadas” fueron captadas en lo alto de un árbol, o al menos eso parecía al principio. Tres imágenes compartidas en redes mostraban tres figuras sinuosas que causaban escalofríos… pero no eran serpientes.
Al observar más de cerca, resultó que se trataba de una ilusión óptica provocada por una sección de alas de dos polillas Atlas, cuyas enormes alas cruzadas semejaban siluetas de serpientes entre las ramas. La polilla Atlas es una especie nativa de bosques asiáticos, famosa por su tamaño impresionante y su capacidad para camuflarse.
Cuando el usuario Rob Allam publicó sus fotos, muchos quedaron confundidos, pensando que estaban frente a reptiles. Luego debieron admitir que, aunque la apariencia engaña, no hay peligro. Las polillas solo imitan peligros, no los causan.
Este descubrimiento hizo que miles de personas reflexionaran sobre lo poderoso que puede ser nuestro cerebro para interpretar imágenes y lo fácil que es engañarse. Porque a veces, lo que parece aterrador, solo es naturaleza en modo disfraz.