Un joven de 16 años, momentos antes de someterse a una cirugía crítica, realizó una llamada telefónica que conmovió profundamente a millones.
En un pasillo del hospital, su voz, temblorosa pero firme, transmitió un mensaje lleno de emoción:
“Mamá… si algo pasa… quiero que sepas cuánto te amo.”
Su padre, caminando a su lado, intentaba tranquilizarlo, pero su voz delataba el miedo ante lo que estaba por venir. Esta breve conversación no fue solo una despedida; fue un testimonio del valor de un hijo y del lazo familiar frente a la incertidumbre.
Milagrosamente, la cirugía fue exitosa y el joven se recuperó. Sin embargo, esa llamada permanece grabada en los corazones de muchos, recordándonos la fragilidad de la vida y la importancia de expresar amor antes de que sea demasiado tarde.
En ese instante fugaz, las palabras del joven trascendieron la situación inmediata, dejando una huella imborrable en todos los que las escucharon.

