Lo que comenzó como un día normal para María, de 34 años, pronto se volvió aterrador. Siempre saludable y cuidadosa con su piel, empezó a notar pequeños movimientos bajo la mejilla. Al principio pensó que era una picadura o un grano, pero la sensación empeoró: enrojecimiento, hinchazón, picazón intensa. Una mañana, horrorizada, vio lo que parecían gusanos saliendo de una pequeña lesión.
En el hospital, los médicos confirmaron miasis cutánea, una rara infección parasitaria causada por larvas de mosca que se desarrollan bajo la piel. La infestación había pasado semanas inadvertida, alimentándose de su tejido. Los especialistas extrajeron las larvas cuidadosamente, trataron las heridas y recetaron antibióticos, instruyéndola en medidas de prevención e higiene.
La experiencia traumatizó a María, pero la motivó a compartir su historia para alertar sobre los signos de esta rara enfermedad. Tras varias semanas de recuperación, se curó por completo, aunque el recuerdo de los gusanos bajo su piel sigue siendo un escalofriante recordatorio de lo vulnerable que puede ser nuestra salud.

