UN FIN DE SEMANA EN EL INFIERNO: MÉXICO ENTRE EL LUTO, LA FRIVOLIDAD Y LA TRAGEDIA
Un fin de semana que prometía descanso se convirtió en pesadilla. En las carreteras, un brutal choque entre una pipa y un autobús dejó cuerpos calcinados, sueños truncados y familias destrozadas. Entre las víctimas, una joven futbolista y un niño con grandes sueños, recordándonos que la tragedia no discrimina. El responsable, bajo efectos del alcohol, enfrentará las consecuencias, mientras el país llora una “TRISTEZA NACIONAL”.
A kilómetros del desastre, la frivolidad sigue viva. Una influencer busca “likes” frente al espejo, ignorando el dolor del país. Mientras tanto, la miseria golpea sin clemencia: niños trabajando, madres esperando monedas que nunca llegan, y adultos olvidados que mueren en la indiferencia del sistema.
El horror también tocó los hogares: niños quemados, picaduras de ciempiés y violencia doméstica. Entre lo trágico y lo surrealista —mamás con atuendos llamativos, hombres dormidos en tambores, cerdos musculosos—, México demuestra su brutal realidad. Entre dolor, injusticia y locura, el país sigue adelante, contando muertos y buscando desaparecidos, porque rendirse no es opción.
