Una tragedia en Nepal ha vuelto a evidenciar los horrores de la práctica hindú conocida como asfixia, prohibida desde 2005 pero aún vigente en zonas remotas. Amba Bohara, de 35 años, y sus hijos de 12 y 9 años murieron asfixiados al ser obligados a dormir en una choza sin ventilación, según informó el agente Uddhav Singh Bhat.
Esta tradición considera “impuras” a las mujeres durante la menstruación, aislándolas en condiciones inhumanas. Allí enfrentan riesgos mortales: mordeduras de serpientes, ataques de animales, abusos sexuales e incluso la muerte, pese a los intentos legales por erradicar esta peligrosa y discriminatoria costumbre ancestral.