Las autoridades arrestaron a Tyler Robinson, un joven de 22 años de Utah, como sospechoso del asesinato del activista conservador Charlie Kirk durante un evento en la Universidad del Valle de Utah. Robinson supuestamente confesó o insinuó su implicación a un familiar, quien alertó a las autoridades. Fue detenido a cientos de kilómetros del lugar del tiroteo.
Los investigadores creen que Robinson disparó desde la azotea de un edificio, a unos 200 metros de distancia. Como prueba forense se recuperó un rifle Mauser de cerrojo cerca del campus, junto con casquillos grabados con mensajes provocativos.
Según las autoridades, Robinson había mostrado signos recientes de radicalización y expresado fuertes opiniones negativas sobre Kirk antes del ataque. El tiroteo, ocurrido durante una sesión de preguntas y respuestas, conmocionó a estudiantes y observadores políticos en todo el país.
El arresto intensificó el debate nacional sobre la violencia política, la seguridad en eventos públicos y las tensiones crecientes en el discurso público.