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Un museo de Las Vegas está rechazando nuevamente las afirmaciones de una madre de Texas que cree que uno de los cadáveres plastinados en exhibición podría parecerse a su hijo fallecido. La acusación, que resurge periódicamente en línea, refleja más una búsqueda dolorosa de cierre emocional que hechos verificados.
Kim Erick ha cuestionado las circunstancias de la muerte de su hijo Chris, quien falleció en 2012 a los 23 años en Texas. Aunque las autoridades concluyeron que murió por causas naturales relacionadas con una afección cardíaca no diagnosticada, y reafirmaron ese dictamen durante una revisión en 2014, Kim nunca se ha sentido completamente tranquila con la explicación oficial.
Años después, tras visitar la exhibición Real Bodies, sintió que una de las figuras plastinadas se parecía a las características físicas e historial médico de su hijo. Representantes del museo rechazaron la comparación, señalando que el espécimen fue adquirido legalmente en el extranjero, creado años antes de la muerte de Chris y documentado en fotos de archivo.
A pesar de las garantías de investigadores y responsables de la exhibición, Kim continúa buscando claridad y consuelo emocional, impulsada por sus dudas persistentes y su duelo, más que por evidencia confirmada.
