El 10 de junio, el Vaticano fue testigo de un momento histórico: el primer mensaje público del nuevo pontífice, el papa León XIV, anteriormente conocido como Robert Francis Prevost. Sus palabras marcaron el inicio de una nueva era para la Iglesia católica, combinando tradición con comunicación moderna. El video, compartido por el padre Marcelo Rossi, se volvió rápidamente viral en Brasil, conmoviendo a los fieles y generando un amplio debate.
Con una sonrisa cálida y una actitud cercana, el papa León XIV se distanció de la rigidez formal papal, dejando claro su deseo de estar cerca del pueblo. Expresó un sincero agradecimiento a los brasileños, elogiando su fe vibrante y bendiciendo a la nación. Aunque reafirmó el decreto de Francisco sobre las bendiciones a parejas del mismo sexo, reconoció las complejidades en África.
Al elegir a Rossi —uno de los líderes católicos más influyentes de Brasil— como mensajero, el Papa demostró un enfoque estratégico y centrado en las personas. El mensaje fue visto como un soplo de esperanza, fortaleciendo el vínculo entre el Vaticano y los fieles.