El Senado de Estados Unidos aprobó de manera abrumadora un importante proyecto de ley bipartidista para revitalizar el sector nuclear del país, con una votación de 88–2. Ahora, la iniciativa pasa al presidente Biden para su aprobación final. La legislación busca modernizar los procesos de licencias y regulaciones, considerados obsoletos y responsables de frenar la innovación durante años. Al reducir tarifas, acelerar permisos y simplificar revisiones ambientales, los legisladores esperan impulsar el desarrollo de reactores avanzados y fortalecer la independencia energética del país, además de apoyar sus metas climáticas.
Los defensores afirman que la energía nuclear —estable y libre de emisiones— es esencial en un momento de creciente demanda eléctrica y de tensiones en la red causadas por fenómenos climáticos extremos. Sin embargo, los críticos advierten que agilizar los trámites podría debilitar la supervisión y agravar problemas persistentes, como el almacenamiento de residuos nucleares.
Aun con las controversias, la aprobación refleja un cambio importante: la energía nuclear vuelve al centro de la estrategia energética de EE. UU. Si se firma, esta ley podría transformar el futuro energético del país, atraer nuevas inversiones y posicionarlo como líder mundial en tecnología nuclear avanzada.

