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La piel de pescado se está utilizando como un tratamiento innovador para personas con quemaduras graves. Este procedimiento poco convencional ha demostrado ser eficaz para aliviar el dolor de los pacientes y, al mismo tiempo, reducir los costos médicos asociados con la atención de quemaduras severas.
La piel de ciertos peces, como el salmón, contiene colágeno natural y otros compuestos que ayudan a disminuir la inflamación y favorecen la cicatrización de heridas crónicas. Además de su aplicación en quemaduras, este sustituto de piel también se está explorando para tratar heridas difíciles de curar, como las que sufren pacientes diabéticos.
Los expertos destacan que la piel de pescado no solo actúa como una barrera protectora que evita infecciones, sino que también proporciona nutrientes que estimulan la regeneración celular. Gracias a estas propiedades, este enfoque promete mejorar significativamente la recuperación de los pacientes, ofreciendo una alternativa efectiva y accesible frente a los tratamientos tradicionales.
