La vida de Mary Ann Bevan es una poderosa historia de resiliencia. Nacida en 1874 en Plaistow, Este de Londres, se convirtió en enfermera, se casó con Thomas Bevan en 1902 y tuvo cuatro hijos. Tras la muerte de Thomas en 1916, Mary Ann se encontró sola con sus cuatro hijos y una condición rara —acromegalia— que poco a poco transformó su apariencia y le hizo perder su empleo. Con pocas opciones, respondió a un anuncio que buscaba a “la mujer más fea” y se unió al circuito de espectáculos en Coney Island y luego con los Ringling Brothers, ganando dinero para mantener a su familia.
Aunque el espectáculo era cruel, ella perseveró con dignidad. Utilizó sus ingresos para educar a sus hijos en Inglaterra. Mary Ann murió en 1933 a los 59 años y fue enterrada en el sur de Londres. Su historia nos recuerda el amor de una madre, la crueldad del juicio y la fuerza de la dignidad frente a la adversidad.

