Perla Alison, una niña de Santa Martha Acatitla, desapareció después de salir de su casa para comprar dulces. Su familia reportó que nunca regresó, lo que provocó una Alerta Amber a nivel nacional y una búsqueda masiva por parte de autoridades y ciudadanos.
Días después, su cuerpo fue encontrado en un terreno baldío cercano a la estación de metro Constitución de 1917. Un vecino llamó al 911 al detectar un olor fétido proveniente de un edificio abandonado. Elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) acudieron, y los peritos de la Fiscalía de la Ciudad de México realizaron el trágico hallazgo.
Las autoridades confirmaron que el cuerpo presentaba signos de violencia. Aunque los resultados de la autopsia aún están pendientes, las primeras evidencias sugieren que Perla Alison pudo haber sufrido abuso antes de su muerte. Se ha iniciado oficialmente una investigación por feminicidio.
El caso ha provocado indignación nacional. Usuarios de redes sociales, activistas y organizaciones feministas compartieron ampliamente su foto durante la búsqueda y ahora exigen justicia y rendición de cuentas.
La ciudadanía exige castigo rápido y ejemplar para los responsables. El incidente aumenta la preocupación sobre la seguridad de mujeres y niñas en México, donde el feminicidio sigue siendo un problema profundo y urgente.
La muerte de Perla Alison es un recordatorio desgarrador de los peligros que enfrentan muchos niños, incluso en actividades cotidianas como caminar a una tienda del vecindario.
Mientras continúa la investigación, su comunidad llora y la recuerda, comprometiéndose a no dejar su caso sin respuesta. La demanda es clara: se debe hacer justicia.
Las autoridades piden a quien tenga información relevante que colabore con la investigación. Mientras tanto, organizaciones civiles intensifican la concienciación sobre la violencia de género y la necesidad urgente de un cambio sistémico.