Un padre llamado Maxamillian vivió una experiencia única tras el nacimiento de su hija: alimentarla simulando amamantar. Todo ocurrió cuando la madre quedó inconsciente después de una cesárea complicada. Ante la situación, una enfermera le propuso dar el primer biberón usando un pezón artificial. Sin dudarlo, él aceptó.
Se quitó la camisa para sostener a la bebé piel con piel, transmitiéndole calma y seguridad. Con el dispositivo colocado, la pequeña comenzó a alimentarse mientras él la abrazaba con ternura. Orgulloso, Maxamillian comentó que había sido “el primero en amamantarla”.

El momento conmovió al personal médico y pronto se convirtió en un símbolo del amor paternal. Su gesto demuestra que la paternidad no se limita a proveer, sino que también implica cuidado, cercanía y sensibilidad en los primeros instantes de vida.

