No tires ese control “muerto”: la mayoría de los problemas se solucionan fácilmente en casa.
Problemas comunes:
Baterías agotadas: la causa más frecuente.
Señal bloqueada: objetos o sensores sucios interrumpen el haz infrarrojo.
Contactos sucios: la oxidación impide un flujo eléctrico correcto.
Daño físico: las caídas pueden aflojar componentes.
Soluciones rápidas:
Cambia las baterías: colócalas bien, usa baterías nuevas y limpia los terminales con alcohol.
Prueba la señal IR: apunta el control a la cámara de tu celular; si no ves luz, limpia el sensor o considera un defecto.
Trucos de batería: usa un trozo de lápiz como espaciador o calienta baterías débiles para un impulso temporal.
Limpia el interior: abre el control, limpia contactos con mezcla de vinagre y agua o usa aire comprimido.
Revisa componentes: asegura piezas sueltas o soldaduras dañadas.
Conclusión: con limpieza y pruebas básicas, puedes revivir tu control y evitar gastar en uno nuevo.