Selena Gomez compartió recientemente una mirada íntima a uno de los momentos más significativos de su vida: su boda con el productor Benny Blanco en Santa Bárbara, California. La ceremonia, lujosa pero íntima, reunió a familiares, amigos cercanos y algunas celebridades, mientras Selena revelaba que los días posteriores estuvieron llenos de felicidad y ansiedad. Admitió que lloró no por tristeza, sino por miedo a que algo saliera mal, mostrando su lucha constante con la anticipación de eventos negativos.
La boda fue un espectáculo de elegancia: Selena lució un vestido de encaje a medida de Ralph Lauren y cambió a dos trajes adicionales durante la celebración. Benny Blanco apareció con un esmoquin negro clásico. Cada detalle, desde la decoración hasta los arreglos florales, reflejaba cuidado y precisión.

A pesar del glamour y la atención de las celebridades, Selena enfatizó que la boda representaba su amor y compromiso con Benny. Su apertura sobre la vulnerabilidad y la ansiedad permite a los fans comprender que la alegría y el miedo pueden coexistir, normalizando conversaciones sobre salud mental incluso en momentos felices y transformadores.

