Un soldado británico sobrevivió milagrosamente después de estrellarse contra el techo de una casa en California durante un ejercicio militar. Su paracaídas no se abrió por completo tras saltar desde unos 15 000 pies en la base Camp Roberts. Terminó cayendo en la cocina de una vivienda en Atascadero, sorprendiendo a los vecinos y a los equipos de emergencia que acudieron al lugar.
De forma asombrosa, el paracaidista sufrió solo heridas moderadas sin traumas graves. Estaba consciente, aunque conmocionado y con dolor, pero evitó lesiones que pusieran en riesgo su vida. Testigos calificaron el hecho como “un milagro”. La vecina Rose Martin, enfermera, recordó haberlo encontrado despierto, aún sujeto a su arnés y rodeado de escombros. La madre de la dueña de la casa explicó que el impacto dañó principalmente el techo y el tabique, sin afectar muebles ni electrodomésticos.
Las autoridades confirmaron que fue una falla aislada durante un entrenamiento grupal y que los demás paracaidistas aterrizaron con éxito en la zona designada.