El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, ha emitido nuevas órdenes en medio de un clima de crecientes tensiones políticas y militares. Según declaraciones oficiales, el mandatario instruyó a las fuerzas armadas a mantenerse en máxima alerta, preparadas para responder ante cualquier amenaza externa que, a su juicio, ponga en riesgo la soberanía del país.
Estas órdenes se producen en un contexto de fuerte presión internacional, sanciones económicas y una situación interna compleja marcada por dificultades económicas y sociales. Maduro ha insistido en que Venezuela debe fortalecer su capacidad de defensa y unidad nacional frente a lo que considera intentos de injerencia extranjera.
Además, el gobierno ha impulsado el refuerzo de la Milicia Nacional Bolivariana, movilizando a miles de ciudadanos como parte de una estrategia de defensa integral. El discurso oficial subraya la importancia de estar preparados ante escenarios adversos, aunque críticos advierten que estas medidas podrían aumentar la tensión regional.
Mientras tanto, la comunidad internacional sigue de cerca los acontecimientos, atenta a posibles repercusiones políticas y diplomáticas que puedan derivarse de estas decisiones.

