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Por muy tentador que sea apretar esos molestos puntos negros, es importante resistir la tentación. Los puntos negros se forman cuando los poros se obstruyen con grasa y suciedad, pero pueden tratarse con eficacia utilizando productos disponibles en la farmacia.
Con el tratamiento adecuado y unos simples cuidados, puedes conseguir una piel suave y libre de imperfecciones.
Exfolia la piel regularmente
Exfoliar la piel varias veces por semana con un limpiador exfoliante ayuda a prevenir la acumulación de suciedad, grasa y células muertas, que obstruyen los poros y provocan puntos negros. Muchos productos comerciales contienen pequeñas perlas exfoliantes que pueden incluso descomponer puntos negros existentes, haciéndolos menos visibles. Como solución casera, mezcla 4 cucharadas de bicarbonato de sodio con 1 cucharadita de agua tibia para formar una pasta exfoliante.
Usa tiras limpiadoras para poros
Para eliminar puntos negros más profundos, coloca una tira limpiadora sobre la piel húmeda y déjala secar. Después de unos minutos, retírala y verás cómo elimina la suciedad incrustada. Estas tiras están disponibles en la mayoría de las farmacias. Sigue siempre las instrucciones del envase para una aplicación adecuada.
Utiliza retinoides
El retinoide es una crema derivada de la vitamina A que ayuda a la piel a eliminar células muertas de forma más eficiente, limpiando los poros y previniendo el acné. Se pueden comprar sin receta en muchas tiendas, aunque las fórmulas más potentes requieren prescripción médica. Al comenzar su uso, es común experimentar sequedad y descamación leve.
Invierte en una microdermoabrasión
Si los puntos negros persisten, consulta con un dermatólogo sobre un tratamiento de microdermoabrasión. Este procedimiento elimina las capas externas de piel muerta con partículas finas y succión, revelando una piel más limpia, suave y luminosa.
